"¿Pero cómo pretende comprar o vender el cielo o la tierra?, ¿si no somos dueños del aire o del agua, cómo podríais comprarla?".
Pero el jefe indio ya temía lo peor, así que, al menos, le pide "¿les enseñaréis a vuestros hijos lo que nosotros les hemos enseñado a los nuestros, que la tierra es nuestra madre? La tierra no pertenece a al hombre, el hombre pertenece a la tierra".
Si se pusieron pesados o no con su moral no lo sé, pero que se quedaron sin su tierra y que sus valores fueron pronto papel mojado, seguro. Muy comunista suena eso de que algo no pertenece a nadie sino a todos.
Ahora bien... ¿se puede comprar un terreno en la luna? y ¿con quién negociamos el trato?
Dennis M. Hope es un empresario que vende terrenos en la Luna, en Venus, Marte y otros
lugares del espacio. Y lo más sorprendente es que ha facturado millones:
Y no sólo él, "¡vendo la luna, rápido, que me la quitan de las manos!"
En el extremo opuesto, León Tolstoi escribió un breve texto llamado "Cuánta tierra necesita un hombre" (aquí lo podéis leer) ¿Para qué queremos tanto de lo que no necesitamos?